“Compartí momentos de felicidad con las personas de comedor “Sagrado Corazón de Jesús”, sabiendo que podíamos alegrar sus vidas con solo brindar nuestro tiempo, regalándoles una sonrisa, sirviendo un plato de comida, compartiendo una charla, colaborando en diferentes tareas o realizando eventos.
Ellos fueron sintiéndose cada vez más cómodos, disfrutaban de nuestra compañía y cada semana esperaban nuestra llegada.
Mi experiencia comunitaria fue muy valiosa. A partir de ahora mi Visión de Vida es vivir el presente, tener objetivos claros, que aunque requieran de esfuerzo, saber que si así lo deseo, puedo lograrlo, poniendo en práctica lo vivido y aprendido, hasta lograr el objetivo.
Mi mayor satisfacción fue haber dedicado tiempo útil para aquellas personas que más lo necesitaban y que de a poco pudimos terminar nuestra tarea, logrando que estas personas no se sientan marginadas y disfrutando diferentes momentos. Gracias Cristina Sánchez por esta posibilidad maravillosa.
Trabajar en grupo fue muy importante porque cada uno tenía asignado tareas diferentes y en conjunto fuimos de a poco logrando excelencia.
Es muy importante tener confianza y compromiso con uno mismo y sobre todo valorarnos.
Aprendí que el miedo nos paraliza por temor al fracaso y lo desconocido, que vale la pena el intento y el desafío a la vida. Tener siempre claro que los pensamientos positivos, nos hacen más fácil atravesar los obstáculos y llegar a la meta. Gracias Cristina Sanchez!! El hacer las cosas con amor, y el dar amor, genera un estado de felicidad y bienestar. Valorar a nuestros seres queridos, decir te quiero, tener gestos de amorosidad, hacer empatía no solo nos hace ser mejores personas, sino que logramos hacer diferencia con quienes más lo deseamos.”
En el marco de la experiencia comunitaria de colaboradores de la Fundación Corriente Cálida Humanística, hermosas palabras de Gabriela Pastor, a través de la visión de vida de Cristina Sanchez en el comedor Sagrado Corazón de Jesús.
Cristina Sanchez 